¿Qué hacer con las manos?

Los bolsos y las bolsas, que se llevaban en la cintura en la Edad Media, se fueron desplazando poco a poco bajo las capas superiores de la ropa para protegerlas de los robos. Con el paso de los siglos y el cambio de las modas, las bolsas ocultas en los pliegues de la ropa se convirtieron en parte integrante de ... los trajes de los hombres, como bolsillos. Como parte más móvil de la sociedad, los hombres a veces tenían muchos de ellos, variando en profundidad y tamaño para acomodar diferentes tipos de contenido.

Las mujeres tenían que arreglárselas de otra manera, ya que sus atuendos, tanto formales como informales, carecían de bolsillos o tenían muy pocos (a veces puramente decorativos). En el siglo XVIII, apareció el pequeño bolso llamado reticule, la bisabuela de todos los bolsos tal y como los conocemos. Era una respuesta al estilo imperio de vestir que estaba de moda en aquella época. Era estrecho, ceñido al cuerpo e incapaz de ocultar nada entre sus pliegues. La retícula se hizo indispensable por dos razones importantes: guardaba los objetos esenciales cuando una dama salía de casa y respondía a la eterna necesidad humana de "hacer algo con las manos".

No fue hasta la década de 1920, cuando las mujeres se liberaron de los corsés, que empezaron a aparecer vestidos con grandes bolsillos. Las mujeres, satisfechas, por fin podían pasear con las manos en los bolsillos, pero eso es otra historia....